Hola de nuevo, soñadores.
Hoy vuelvo con las pilas bien cargadas después de mi paso por el Celsius 232. No solo han sido dos días maravillosos (por desgracia, solo he podido ir a la mitad del evento) por el hecho de poder conocer nuevos autores y lecturas y reencontrarme con personas maravillosas. Otra de las cosas buenas que he sacado ha sido poder desconectar un poco e ilusionarme de nuevo con la escritura. Había vuelto a escribir, pero el hecho de ver a gente con tu misma pasión y ganas te da incluso más energía. Gracias a todos por hacerlo posible.
Este año he asistido a muchas charlas y me han encantado. La primera de ellas (el viernes día 21) ha sido la de María Angulo y su novela El Gen Alexander , una historia de suspense médico que no dejará a nadie indiferente. La vida eterna y un pasado oscuro son los protagonistas de esta obra. Poco después Francisco Miguel Espinosa nos hablaba de su carrera por la vía láctea y su teoría sobre el futuro con Reyes del cielo.
Después de que terminar la charla disfrutamos del final del debate Nuestros 40 años de rol, con Dhaunae de Vir, Juan Carlos de Ediciones Sombra y Jorge Etchegoyen. Fue muy interesante hablar con ellos y descubrir que se espera en el futuro de esta afición tan querida para mí. Poco antes de comer escuchamos a Mayte Navales hablarnos de su novela La última bruja, donde se tratan (entre otras cosas) un tema tan interesante como los nombres y su poder, la brujería y la Edad Media.
Tras comer en una zona cercana y aprovechar para que el fantástico David Lozano me firmara mi ejemplar de Valkiria tocó el turno de los autores internacionales y disfrutamos de la charla de Ian McDonald, que trajo el segundo volumen de su saga Luna. En esta ocasión Luna de Lobos. Estas novelas nos hablan sobre la dura lucha de cinco grandes familias en la Luna. Allí, la vida es diferente a la que tenemos en la Tierra y donde todo se paga.